Además de la Independencia de las colonias latinoamericanas, la bancarrota del imperio español se dio porque España se estaba quedando atrás en la inversión hacia las nuevas tecnologías y técnicas del comercio. Por ejemplo, mantenía restringido el comercio entre sus Indias y los demás países, así como mantenía un duro régimen con sus productos exclusivos, por lo que otras naciones comenzaron a buscar otra manera de obtenerlos sin tener que negociar con España. Además, la piratería inglesa, sobre todas las demás, estaba hundiendo muchísimas embarcaciones españolas cargadas con los bienes que posteriormente habrían de ser utilizados para el comercio. Otra importante carga de culpa la poseen los funcionarios del gobierno, quienes desde la época de los Habsburgo, desperdiciaron el dinero en lujosas fiestas y banquetes reales.
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